Desde su autonomía, los pueblos indígenas ponen en duda la posibilidad de reparar los quebrantos ocasionados por el conflicto armado interno. No obstante, los dolores, la devastación y el horror que deja la violencia pueden ser (y desde hace tiempo son) sanados por los pueblos, aunque sea de manera parcial. Para que haya sanación es necesario reconocer el mal que ha ocurrido e implementar acciones, usualmente comunitarias, que van desde las prácticas espirituales, la realización del duelo y las honras fúnebres, el ejercicio de la medicina tradicional, la música y la danza, las acciones cotidianas de protección y cuidado, hasta los mecanismos de negociación y diálogo o de confrontación directa con quienes han sido sus agresores. Estos actos permiten avanzar, individual y colectivamente, en la superación de los daños sufridos.

SaNaciones: caminos de resistencia invita a comprender el territorio como víctima y a reconocer las violencias históricas que han sufrido las comunidades étnicas, a la vez que exalta su capacidad organizativa y cuestiona el lugar que han ocupado en nuestra nación pluriétnica. Así mismo, destaca la búsqueda de los pueblos indígenas, siempre inacabada, por sobreponerse a la violencia y pervivir. Sus saberes y prácticas se presentan como inspiración para estimular procesos de sanación colectiva y territorial.

La palabra sanación, que da nombre a esta exposición, es solo un término, una corta aproximación desde el castellano a nociones diversas que responden, de forma diferenciada, a las complejas formas de pensamiento de cada pueblo que hace parte de este proyecto expositivo. No obstante, el significado de cada vocablo propio, incluyendo sanar, abarca la esperanza de que las condiciones adversas se transformen y permitan aspirar al “buen vivir”, de cara al presente y al futuro.

Texto comunidades

Texto curatorial