Narración de un mayor Barí. Con licencia para desplazar. Masacres y reconfiguración territorial en Tibú, Catatumbo. CNMH, 2015.
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Ishtana, en la lengua barí ara, es la palabra que define nuestro territorio, el cual, ancestralmente, se extendía desde la Serranía del Perijá hasta los Andes venezolanos; escenario que determinó el carácter binacional de nuestro pueblo, cuyos integrantes vivimos tanto en Colombia como en Venezuela. Según el informe de memoria histórica del pueblo Barí, nuestro territorio se redujo de 16.000 a 1.900 Km2 entre los años 1900 y 1987. La reducción continúa y a ella se suma la superposición con otras figuras territoriales como las reservas campesinas y los parques naturales. A la fecha, los Barí tenemos titulados dos resguardos que se traslapan en 122.200 hectáreas con el área declarada como Parque Nacional Natural Catatumbo Barí, equivalente al 80 por ciento del parque.
La reivindicación y defensa del territorio ancestral de nuestro pueblo son unos de los principales objetivos de la organización Ñatubaiyibari. Los Decretos 016 de 1967, 145 de 1967 y 124 de 1984 reconocen la posesión del pueblo Barí de 32.115 hectáreas de territorio que, desde la década de 1960, se encuentran ocupadas por campesinos. Desde hace varios años, hemos demandado la titulación de esas tierras y su anexión a los resguardos reconocidos.
Estos mapas muestran la pérdida del territorio ancestral del pueblo Barí desde 1900 hasta el presente. Además, señalan cómo la minería de carbón y la explotación de petróleo en el Catatumbo amenazan actualmente sus lugares sagrados y los bohíos ancestrales, sitios de reunión y simbología fundamentales entre los Barí, en una región altamente afectada por el Conflicto Armado. Las cartografías son producto del trabajo conjunto entre el CNMH y la autoridad del resguardo Motilón Barí, Ñatubaiyibari.