El uso de niños, niñas y también de jóvenes en la guerra está marcado por relaciones de género y pertenencia étnica. Las comunidades indígenas son más afectadas que otro tipo de poblaciones; los siguen las comunidades afrocolombianas. Por su parte, el rol de las niñas en la guerra comprende funciones de atención sexual a superiores y socios, y labores alimenticias. Los más jóvenes son orientados a apoyar acciones de tipo bélico, que en ocasiones incluyen elaboración de minas antipersona, prácticas de tortura, secuestro o asesinato.
La mayoría de niños y niñas ingresan a los grupos armados cuando su pensamiento crítico no se ha desarrollado, esto los hace más vulnerables a procesos de deshumanización necesarios para sobrevivir en la guerra y fortalecer su adoctrinamiento con la organización. El Ejército Nacional también ha sido cuestionado por la retención de jóvenes para completar sus filas. Estas detenciones arbitrarias son conocidas como “batidas ilegales”, llamadas “compelaciones” por parte del Ejército. Por lo general se trata de jóvenes en condiciones altamente vulnerables tanto de zonas rurales como urbanas.
“Durante el combate con la banda criminal en una zona selvática de Unguía, los soldados capturaron a un joven de 18 años conocido como “Arley”. Tenía un fusil calibre 7.62, la munición prohibida por el Derecho Internacional Humanitario por su poder de destrucción. (…) tenía 18 años y que fue reclutado a los 16 años en esa misma zona de Chocó por miembros del “clan Úsuga” (conocidos como “los Urabeños”) y enviado con el Frente Darién Chocoano de esta bacrim. También confesó que fue integrado como “patrullero” y que ya había participado en acciones armadas. Al ser adulto, “Arley” fue detenido y puesto a disposición de la Fiscalía. Como muchos otros menores de edad, pasó de víctima del reclutamiento a victimario como integrante de la mayor banda que delinque en Colombia”. Autor: Diario El Colombiano Título: Amenaza de nuevos reclutadores de menores de edad Fuente: https://www.elcolombiano.com/colombia/paz-y-derechos-humanos/ninos-de-colombia-tienen-nuevos-reclutadores-en-el-conflicto-AC1712277
“Fernando, un muchacho de 15 años de Cazucá, un barrio pobre de las afueras de Bogotá, dijo a Human Rights Watch que, a principios de 2002, fue abordado por un oficial del Ejército que le ofreció más de cinco millones de pesos para trabajar de informante. El oficial le dijo que toda la información que suministrara se pasaría a la Gaula» (…). Autor: Human Rights Watch Título: Aprenderás a no llorar. Niños combatientes en Colombia Fuente: https://www.hrw.org/sites/default/files/reports/colombia_ninos.pdf