La violencia sexual dentro y fuera del conflicto armado se presenta como una expresión de poder en un orden social patriarcal. Para comprender la violencia sexual como estrategia de guerra por parte de diferentes actores en el marco del conflicto, se hace necesario reconocer también el sistema de valores, normas y creencias sociales que la perpetúan en espacios cotidianos y que se traducen en impunidad y silenciamiento.
A lo largo de la historia, las mujeres y niñas han sido las más afectadas por el despliegue de poder basado en el sexo y el género, en todos los ámbitos de la vida pública y privada. Sin embargo, los hombres y niños también han sido objeto de estas violencias. Aunque la violencia sexual se ha presentado en diferentes etapas de la vida de las víctimas, de manera más frecuente, las mujeres han sido victimizadas durante su juventud, mientras que en los hombres ha sido sobre todo en la niñez (CEV, 2022)
Las violencias sexuales responden a un orden social patriarcal y de heterosexualidad dominante. Como lo han expresado integrantes de la RMVP, «la violencia sexual no fue inventada por la guerra», por ello, su existencia en espacios de la vida cotidiana como la familia o la comunidad son un reflejo de ese orden social. En estos espacios se suele señalar a las víctimas e incluso se llega a justificar lo ocurrido.
«Yo creo que tenemos que aprender que en los hogares tambien se vive mucho la violencia sexual, desde niñas. Yo fui violada a mis 4 años y al día de hoy, a mi edad no lo puedo olvidar. Sé que se puede sanar pero no olvidar, aunque somos guerreras y valientes y sacamos fuerza para seguir adelante, lo mejor es cambiar a las nuevas generaciones, enseñarles que eso no puede volver a pasar (…) cuidar a los que vienen»
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
«Es muy importante que existan los talleres con nosotras las víctimas por supuesto. Pero necesitamos encontrar una forma de concientizar a los niños y a los hombres sobre el respeto del cuerpo a la mujer, y para que no les pase a las nuevas generaciones de mujeres lo que en nuestra generación nos tocó vivir. Y puede ser en los colegios, pero también tiene que ser en el hogar donde los papás no les enseñen a sus hijos ideas machistas, ni se rían con cosas que hagan. Por ejemplo, si le tocan la pierna a una niña, esas cosas en las casas deben enseñarlas, cambiarlas»
(Testimonio mujer adulta mayor integrante de la RMVP, 2022)
Los patrones sociales sobre los que se cimenta la violencia sexual en la cotidianidad se han trasladado al escenario de la guerra. Por un lado, aparece la “masculinidad guerrera” o “masculinidad despótica” que ha justificado el uso de la fuerza y el ejercicio de poder por parte de los grupos armados. Y por otro lado, se encuentra la idea de “lo femenino” como algo desvalorizado que se expresa a través de diferentes formas de violencia en el marco del conflicto armado.
Los hechos de la violencia sexual se basan en ideas sobre el género y percepciones de la feminidad que terminan avalando un modelo de masculinidad violenta y opresiva, la cual, subordina a las mujeres y rechaza todas las formas no normativas de construir y vivir el género y la orientación sexual (CNMH, 2021).
Testimonio sobre la imposición del silencio
Hombre integrante de la RMVP
Vídeo
“Yo en mi pueblo conocí a un chico que era gay y lo reclutaron a la fuerza para las filas. Duró bastante tiempo en las filas, pero cuando se enteraron de que él era gay por no asesinarlo lo dejaron ir. Pero tenía que quedarse en la zona, no salirse para la ciudad. Y el chico se acostumbró a raspar hoja de coca, llegó a cierta edad en donde él era uno de los mejores raspachines, como se les dice, era muy bueno para ese trabajo, y lo contrataban en las fincas. Hasta el día que nos desplazaron, y desplazaron a todas las personas que eran de la población LGBTIQ+ y en esos cayó él, hoy en día no sé nada de él, lo único que sé es que se volvió una chica trans, y que tiene su peluquería, pero nunca más volví a tener contacto con él”
(Testimonio hombre integrante de la RMVP, 2022)
La violencia sexual en el marco de los conflictos armados se concibe como un crimen de guerra y una infracción al Derecho Internacional Humanitario, es decir que, constituye una violación a los derechos humanos y un delito que debe ser perseguido, investigado y sancionado por el Estado. Tratándose de una práctica persistente en las dinámicas del conflicto armado en Colombia, todos los actores han sido responsables: guerrillas, paramilitares, fuerza pública y grupos posdesmovilización. Ya sea por un objetivo estratégico u oportunista, la violencia sexual en el marco del conflicto armado ha tenido diversos efectos sobre los cuerpos de las víctimas, tanto civiles como combatientes (CNMH, 2018).
«El conflicto armado no se inventó la violencia sexual, eso viene desde muy atrás, desde los hogares, la sociedad»
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
«Algunas personas creen que la guerra sólo es desplazamiento, (…) pero también es violencia sexual, asesinato, despojo, dolor…»
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
Para entender la violencia sexual dentro y fuera del conflicto armado es importante partir de los impactos diferenciales sobre las víctimas, según su género, pertenencia étnica, poblacional y territorial. En definitiva, en el marco del conflicto “la violencia sexual no ha sido ejercida de manera homogénea sobre todas las personas, comunidades o poblaciones” (CNMH, 2017) Los relatos y memorias de las víctimas de violencia sexual ayudan a reivindicar su rostro, singularidad y subjetividad.
«Pero en la sociedad, muchas mujeres víctimas no son capaces de romper el silencio porque es muy duro, porque la sociedad lo justifica o la culpable es la mujer por como se viste, por ser mujer y ya. Por ejemplo, nosotras las mujeres negras provocamos y por eso nos pasa eso. Y yo lo critico mucho y se lo digo a funcionarios en la cara. Yo les digo, que a nosotras nos metieron en esta guerra, nos desplazaron, nos sacaron de nuestras tierras, y acá vivimos discriminación y de todo un poco»
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
«Yo quiero reivindicarme, ya no quiero más el anonimato. Porque yo quiero decirle al mundo, a todas las personas y al Estado que ya no tengo miedo y que esas otras mujeres lo sepan. Necesitamos el -quienes- es decir los responsables de los hechos, e intentar responder la pregunta ¿por qué lo hizo o lo hicieron?. Hablar directamente de lo sucedido sin arandelas»
(Testimonio mujer trans integrante de la RMVP, 2022)
«Nosotras somos indígenas Wounaan. Y en nuestra comunidad las mujeres no pueden hablar en la ciudad, porque no saben español y no pueden expresarse. Yo llegué y estoy aprendiendo con las mujeres de la Red, antes yo no entendía español. Antes yo era calladita, y pensaba cómo iba a contar lo que me pasó. Y me daba miedo, pero se me está quitando el miedo para defender la comunidad. Por eso, cuando llegan los armados a la comunidad y nosotras ya podemos expresarnos, y las mujeres hablan un poco más, entienden español. Los hombres en la comunidad tienen que aprender también a respetarnos a nosotras también. Y las mujeres indígenas debemos aprender a reclamar los derechos»
(Testimonio mujer indígena integrante de la RMVP, 2022)
«Hay mucho riesgo de invisbilización de la violencia sexual en hombres: Si se invisibiliza en el caso de las mujeres, en los hombres mucho más, porque a los niños, jóvenes y hombres adultos los grupos armados nos han sometido la violencia sexual porque así no somos capaces de hablar, porque nos da vergüenza»
(Testimonio hombre integrante de la RMVP, 2022)
Las dimensiones e impactos de la violencia sexual en las trayectorias de vida de las víctimas siguen siendo mayormente invisibles para la sociedad, aun en medio de los procesos de justicia transicional y restaurativa. A pesar de que en la actualidad existe una mayor conciencia respecto a este delito, las víctimas de violencia sexual han expresado frustración y desgaste emocional frente a la poca efectividad y la revictimización de los sistemas judiciales y administrativos encargados de investigar y reparar.
Incluso en instancias de investigación y determinación de responsabilidad judicial por parte de integrantes de los grupos armados no se ha admitido que esta práctica hizo parte de sus estrategias de guerra. En algunos escenarios judiciales han llegado a afirmar que obedeció a una práctica aislada e individual. Por tal razón, diversas víctimas han atribuido responsabilidad al Estado, en tanto se han sentido revictimizadas y desprotegidas aún estando dentro de las rutas de atención para las víctimas.
«Las instituciones contribuyen al silencio y la impunidad, la Fiscalía, los funcionarios no nos creen y por el contrario, justifican lo que nos pasó”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
«Al principio no denuncié para que no me revictimizaran, por temor, pena, por no tener que sufrir injusticia testimonial, para que no me señalaran. Mucho tiempo después accedí, pero he encontrado tropiezos porque la justicia no ha sido eficiente, efectiva ni eficaz. Son pocas las víctimas que tienen la oportunidad de acceder de manera rápida y efectiva, por eso queremos que la JEP (Jurisdicción Especial de Paz) abra el macro caso en violencia sexual ya»
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, Taller de creación de cartografías del cuerpo, S.F.)
La estigmatización y el señalamiento a las víctimas son de los mayores obstáculos frente a la denuncia. En muchos casos, las propias familias y comunidades son las que les acusan de haber propiciado estas violencias, recurriendo a los discursos de justificación y aceptación social del delito.
Testimonio sobre la imposición del silencio
Hombre integrante de la RMVP
Vídeo
Las experiencias de diversas víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado, por medio de procesos personales y colectivos han demostrado y reafirmado la potencia testimonial de sus relatos para la resistencia y visibilización de este hecho victimizante. El trabajo que ha realizado la Red de Mujeres, Víctimas y Profesionales ha llevado a una importante reflexión sobre el papel del silencio, la voz y el testimonio, precisamente para construir ejercicios de memoria histórica basadas en la comprensión integral de sus diversas formas de afrontamiento y sus procesos de reparación integral.
Testimonio de la coordinadora nacional de la Asociación RMVP
Sobre la importancia de denunciar
Vídeo
Existen varios tipos de silencios, unos como resultado del trauma, en los que las víctimas quedan privadas del lenguaje, sin la posibilidad de comunicar su sufrimiento. Y otros, que son silencios que aparecen como forma de resguardar su propia intimidad. Pero cuando esos silencios se rompen, se recupera el habla, aparece la voz, se escapa a la suspensión del cuerpo para dar paso a las palabras, a los testimonios y a los relatos. Los espacios de encuentro creados por la Red de Mujeres, Víctimas y Profesionales han sido narrados por las mujeres y hombres como escenarios de liberación, como espacios para soltar juntos a otras víctimas esas cargas pesadas del cuerpo y el alma.
“Nadie sabe la historia que carga cada una”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
Desconfiar de la propia voz tiene que ver con el temor que produce que sus testimonios sean escuchados con juzgamiento y señalamiento, con que sus voces no sean reconocidas, y por tanto, terminen siendo revictimizadas nuevamente. Es por ello, que las víctimas prefieren guardar silencio hasta que logran la confianza suficiente para hablar con alguien, que con frecuencia suele ser otra víctima. Lo colectivo aparece aquí como una fuerza que impulsa a confiar en la voz propia para que otras y otros también lo hagan.
Testimonio sobre el papel de la RED y el colectivo para hablar Hombre integrante de la RMVP Video 2023
Testimonio de Coordinadora nacional de la Asociación RMVP Sobre la capacidad del arte en la sanación Video
«Yo no me siento segura de contarle a la vecina, ni a mi mamá, yo me siento segura contándole mi vivencia a otra hermana trans, porque ella sabe lo que he vivido y no me va a juzgar. En una red una se siente segura. Nos sentimos respetadas y protegidas. A mi la red me ha hecho sentir aliviada, porque no me ha hecho sentir revictimizada»
(Testimonio mujer trans de la RMVP, 2022)
Las dimensiones e impactos de la violencia sexual en las trayectorias de vida de las víctimas siguen siendo mayormente invisibles para la sociedad, aun en medio de los procesos de justicia transicional y restaurativa. A pesar de que en la actualidad existe una mayor conciencia respecto a este delito, las víctimas de violencia sexual han expresado frustración y desgaste emocional frente a la poca efectividad y la revictimización de los sistemas judiciales y administrativos encargados de investigar y reparar.
Incluso en instancias de investigación y determinación de responsabilidad judicial por parte de integrantes de los grupos armados no se ha admitido que esta práctica hizo parte de sus estrategias de guerra. En algunos escenarios judiciales han llegado a afirmar que obedeció a una práctica aislada e individual. Por tal razón, diversas víctimas han atribuido responsabilidad al Estado, en tanto se han sentido revictimizadas y desprotegidas aún estando dentro de las rutas de atención para las víctimas.
«Para que nos escuche la sociedad necesitamos crear otras formas de comunicar, por ejemplo si le decimos a la gente “vamos a ver una obra de teatro bonita” la gente se emociona. Las mujeres han aprendido a hablar a través del arte, y a no sentir vergüenza al entender que nosotras no tuvimos la culpa. Que teníamos que contar lo que estaba pasando. Entonces es poder contarlo de una manera didáctica, mostrar el paso a paso del empoderamiento, del conocimiento, no sólo un proyecto del hacer sino además del aprender unos derechos, las herramientas para defendernos»
Descripción de los turbantes como empoderamiento económico
Integrante RMVP
Testimonio transcrito, 2022
«Vengo del Chocó, de Riosucio (…) vengo por el conflicto armado, amenazada por guerrillas y paramilitares (…) quieren matar todos los hijos y hasta el esposo, por eso uno tiene miedo y tiene que salir. Llegué acá pero cuando estaba allá en Chocó, yo estaba allá trabajando con artesanías y con eso para sostener los hijos, para comprar cuadernos, así (…) y acá también llegué en ciudad grande, también como ya es víctima, uno rebusque para pagar el arriendo, pero no vende tanto, un poquito (…) cualquier cosa compra uno para los niños también»
(Testimonio mujer indígena integrante de la RMVP, 2022)
Descripción de los collares como herramientas de trabajo en la ciudad
CNMH. Testimonio transcrito, 2022″
«La mariposa cuando nace, recién salida de la flor (…) nosotros utilizamos para pintar en el cuerpo también (…) ella vuela mucho y en el verano también ella recoge más en la playa, ahí uno ve bonito. Y para identificar eso nosotros tejemos.»
CNMH. Testimonio transcrito, 2022
«La obra consiste en 11 mujeres que cuentan sus historias. Inician en lo doloroso del hecho con algunos puntos y termina mostrando como las mujeres a través del tiempo de la historia, el empoderamiento, hoy ya hablan, hablamos de paz, de resistencia, y que hemos salido adelante con ganas de poder llevar la obra a otras partes y mostrarle al mundo que no nos quedamos en el dolor, allí (…) Se presenta en universidades, colegios, en lugares donde hay mucha población joven. Hay un momento donde se interactúa con el mismo público, qué opinan ellos de todo lo que vieron. Es muy dramático para los públicos que lo ven (…)Termina la obra con una cumbia, se prende una la vela y se saca a la gente del público y la gente se pone a bailar, la gente ríe, baila junta, y es muy bonito ese final. Comienza contando lo dramático, pero termina contando como transitamos eso y hoy estamos acá.»
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
La Red de Mujeres, Víctimas y Profesionales ha producido testimonios a través encuentros, talleres e informes, pero también por medio de mapas corporales, en los cuales las mujeres y hombres han plasmado sus relatos desde otros lenguajes, desde narrativas distintas, otros soportes, otras texturas. Los mapas corporales aparecen como un lugar de la memoria, como el lugar de un testimonio que denuncia y, además, busca comprender y resignificar las memorias encarnadas en sus cuerpos.
Las víctimas de violencia sexual tienen dificultades para reconocer y habitar el cuerpo que les fue herido, despojado, invadido y usurpado. Todos aquellos escenarios y ejercicios que habilitan procesos para re-habitarse, re-conocerse y volverse a encontrar con su territorio más próximo, más íntimo: su cuerpo, son escenarios imprescindibles. Aún más si son procesos que surgen desde sus realidades e identidades culturales y son construidos de manera colectiva junto a otras víctimas. Todo esto, permitiéndoles hacer caminos para prevenir y acompañar “a las que vienen”, como ellas y ellos han expresado.
Las consecuencias físicas, espirituales y emocionales de la violencia sexual están inevitablemente conectadas y persisten a lo largo del tiempo. En tanto ejercicio de dominación, la violencia sexual suele afectar la capacidad de agencia de la víctima, lo que se expresa en una pérdida de control sobre el propio cuerpo, el cual, experimenta una sensación de extrañamiento sobre sí mismo.
Además de las huellas físicas, los diferentes lenguajes corporales como palabras, llantos, silencios, desmayos y nervios están presentes a lo largo del tiempo y se atan a sus testimonios (CNMH, 2017)
“Necesitamos ponerle más la lupa a la salud integral, física, mental. Necesitamos más apoyo en este tema, la salud a nivel general, poder acceder a la salud sin barreras, por el miedo, la vergüenza, el rechazo social, pero también de las familias, los vecinos. Poder acceder a la salud sin ser estigmatizadas”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
“Muchas víctimas quedamos con psicosis frente a los hijos y la familia”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
“Necesitamos contar como la violencia sexual nos afectó mentalmente y en el cuerpo. Porque es un hecho que cambia la vida, por ejemplo, tuve que dejar de vestir pantalón para evadir volver a ser víctima de violencia sexual”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
Las trayectorias de los cuerpos de las víctimas están enlazadas con el territorio que han habitado, en el que se han desarrollado sus historias de vida y en el que se enmarcan sus contextos familiares y comunitarios. En ese sentido, el propio cuerpo hace parte de una cartografía social y territorial más amplia. Hechos como el desplazamiento forzado ha significado para muchas víctimas de violencia sexual el despojo y el desarraigo con ese cuerpo territorial, con el tejido comunitario y con esa historia de vida forjada. Así, la violencia sexual ejercida por parte de los grupos armados ha sido una forma de dominación que se instala sobre los cuerpos de las víctimas, pero a través la cual también han buscado ejercer el control territorial.
“Yo no he podido volver a mi territorio, porque todavía existen los agresores”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
“La violencia sexual y el desplazamiento van de la mano, nosotras las mujeres de Ciudad Bolivar lo sabemos”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
“A nosotras nos metieron en esta guerra, nos desplazaron, nos sacaron de nuestras tierras, y acá vivimos discriminación y de todo un poco”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
«Nosotros llegamos acá no es por el trabajo o por ganas de venir, nosotros llegamos por la amenaza de mi esposo (…) tocó salir de allá porque en este mundo, uno no muere así por morir, a uno le da miedo, a mi esposo le dieron doce horas para que saliera de la comunidad (…) yo me quedé en la comunidad porque los niños estaban estudiando, y cuando me quedé allá empezaron a molestar al niño, a mi hijo mayor para reclutarlo (…) «
Doce horas para salir de la comunidad
Mujer indígena integrante RMVP. Testimonio transcrito, 2022
“Nos fuimos para que a mis hijos no les pasará lo mismo”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
«Esa es un champita para rogar al señor, nosotros dibujamos en ese diseño, se significa la rogativa de ese champita (…) a pesar de que nosotros estamos en la ciudad grande, nosotros no perdemos nuestra cultura (…) uno tiene que mostrar a los hijos para que no pierdan su cultura (…) para estar hablando en español, eso para mí no está bueno, porque uno tiene su idioma, entonces nosotros siempre hablamos a los niños en su idioma”
Descripción foto collar 2 – montañas
CNMH. Testimonio transcrito, 2022″
Integrantes de la Red de Mujeres, Víctimas y Profesionales a través de sus voces y testimonios cuestionan las posibilidades que tiene una víctima de violencia sexual para tramitar realmente los traumas, las heridas y las cicatrices, y así poder alguna vez volver al propio cuerpo. Por ello, ponen en evidencia la importancia del trabajo cotidiano y colectivo para sanar, seguir adelante y encontrar nuevas formas de rehabitar la propia piel.
Los ejercicios de resistencia por medio del tejido de solidaridades y el trabajo en la vida cotidiana son lugares importantes para sanar, escuchar y recomponer los cuerpos doloridos y maltratados. Estos ejercicios han permitido escenarios de resignificación y reencuentro con sus propios cuerpos pero también con el de otras personas que han vivido el mismo horror.
“El cuerpo es lo que primero se separa de uno”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
“Nunca se puede volver a ser como antes. Pero somos otras hoy, mujeres fuertes, unidas, fortalecidas, valientes, guerreras, empoderadas, y somos mujeres que a pesar de nuestros problemas somos mujeres que nos sentamos a acompañar a otras compañeras, a fortalecernos juntas” “Para mi reconocer y saber de otras mujeres que vivieron todo este horror es muy importante, pero que no sea para revictimizarla a ella o a las otras, sino para inspirar a más mujere, para avanzar juntas”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
“Nuestro trabajo acá es ser conscientes de que somos pioneras para las que vienen atrás”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
La experiencia de integrantes de la RMVP enuncian el cuerpo no solamente como lugar de inscripción para la violencia, sino también como un espacio para la sanación, el empoderamiento y la imaginación de resistencias. Los cuerpos emergen como terrtiorios de paz y como posibilidad de imaginar y construir otros presentes y futuros posibles.
“La sanación significa inspirar y mostrar sobre cómo las compañeras pudieron salir adelante”
(Testimonio mujer integrante de la RMVP, 2022)
“Yo no quiero revivir los hechos. Para mi la paz es no tener que volver a vivir los hechos. Esa paz se construye es viviendo cosas diferentes, como lo hacemos cuando estamos juntas para no sentirse tan mal, para no revivir nunca más el dolor”
(Testimonio mujer rural integrante de la RMVP, 2022)
Cartilla resultado del especial digital «Transformar lo vivido: memorias desde nuestros cuerpos»
Folleto «Ritual para descargar las energías negativas»