Bogotá D.C., 31 de agosto de 2022 |El taller fue dirigido por Catalina Vargas Tovar, editora del libro, y por Hernán Jara, hijo del autor, quienes expresaron sus agradecimientos a las más de 40 personas que asistieron a la actividad.
Hernán Jara inició su explicación con una breve biografía de su padre: «Mi papá estudió hasta quinto de primaria, prácticamente era un analfabeta, sin embargo, la escritura la llevaba en la sangre, por lo que empezó escribir desde muy niño en sus cuadernos. Allí relata las vivencias de su infancia, que son testimonio de una realidad muy dura que padecieron muchos niños que, como él, sobrevivieron a la violencia del municipio de Villarrica». Catalina, por su parte, dinamizó la actividad creando conexiones con el libro Cuaderno de la violencia, memorias de infancia en Villarrica y Sumapaz e invitando a los asistentes a que, con lápiz y papel, crearán su testimonio teniendo en cuenta momentos, lugares, canciones… que evocan emociones, huellas o experiencias intensas en sus recuerdos y memorias. Los asistentes se dejaron guiar en este ejercicio de escritura fluida, con el fin de crear un primer esbozo para una crónica o testimonio.
El taller logró integrar a un grupo diverso de personas, entre ellos lideresas sociales de la mesa de víctimas de Usme, docentes y estudiantes del Colectivo Macondo del Colegio Gabriel García Márquez de Usme, y habitantes de San José, de Cabrera, de Villarrica y de Sumapaz, departamento de Cundinamarca. A medida que el taller avanzaba, los participantes se dejaron afectar por el testimonio presente en Los cuadernos de la violencia y en cada espacio, comentaron sus opiniones sobre los fragmentos que Hernán Jara seleccionó, por ser especialmente ejemplarizantes y ricos en calidad literaria.
Como ejercicio de cierre, se compartieron algunas de las experiencias y sentires de los asistentes, que se complementaron, de manera posterior, con un recorrido guiado por la exposición SaNaciones: Caminos de Resistencia, en el Parque Bicentenario.