El equipo Voces para Transformar a Colombia, del Museo de Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), convocó a una jornada de revisión, comprensión e identificación de expectativas del proceso de medidas cautelares implementadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para restablecer confianzas.
El Museo de Memoria de Colombia convocó este 13 y 14 de septiembre a víctimas del conflicto armado para compartir sus historias y restablecer la confianza en el marco de la exposición «Voces para transformar a Colombia». Las personas que acudieron a la cita en Bogotá pertenecen a la organización Afavit, a la comunidad LGBTIQ+ que fue víctima de las AUC durante el conflicto armado y a la comunidad indígena embera.
Este encuentro, que tuvo lugar en el Hotel Grand Park, situado en el centro de Bogotá, comenzó con la presentación de un plan de trabajo meticulosamente diseñado para dos días intensos, donde se forjaría la construcción y preservación de la memoria colectiva. Un proceso de reparación simbólica de inmenso valor para las víctimas de un conflicto armado que ha marcado a Colombia en su esencia.
Además, se otorgó el espacio necesario para compartir sus historias, sus testimonios que, en su crudeza y autenticidad, nos confrontaron con la brutalidad de la guerra en diversas regiones de nuestra nación. Un ejemplo de esto es la conmovedora narración de la hermana Maritze Trigos, quien relató la trágica muerte del Padre Tiberio Fernández. Sus palabras nos hicieron reflexionar profundamente: «El río Cauca, donde cientos de cadáveres desmembrados fueron arrojados, la memoria trasciende, convirtiendo estos lugares en ‘sitios de conciencia’».
En este espacio de valentía y verdad, también escuchamos el testimonio de «Papuchina» una mujer trans, quien enfrentó el flagelo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Fue amenazada y discriminada por expresar su identidad de género. Su relato íntegro se encuentra plasmado en el libro «Ser marica en medio del conflicto armado», ejemplar que hace parte de los informes del Centro Nacional de Memoria Histórica.
Leyder Domininico, miembro de la comunidad embera, compartió con todos los presentes la angustiosa historia del asesinato del líder Kimy Pernía en Tierra Alta, Córdoba. Con una narración desgarradora, Leyder concluyó diciendo: «Su cuerpo fue torturado, descuartizado y arrojado al río Sinú».
Estos testimonios reveladores nos confrontan con la brutalidad del pasado y nos recuerdan la urgente necesidad de sanar heridas y avanzar hacia un futuro más justo y reconciliado.
Durante este conmovedor encuentro, liderado por Erik Arellana Bautista, contratista del CNMH se lograron acuerdos que marcarán el camino hacia la sanación y la justicia. Uno de esos acuerdos es mantener un diálogo constante con el CNMH, como una medida reparadora para las víctimas. Se garantizará la protección de los testimonios y documentos entregados al CNMH, se honrarán los pactos de confidencialidad y la preservación de información sensible, y se llevarán a cabo procesos de colaboración continua para fortalecer las exposiciones tanto de la organización como del Museo. Además, se reafirmó el compromiso de no alterar el significado político de las narrativas asociadas a la exposición «Voces para transformar a Colombia», reconociendo la importancia de dar voz a las víctimas.
Es fundamental recordar que estas medidas de la JEP se tomaron debido a las modificaciones de la exposición «Voces para transformar a Colombia» sin la validación de las organizaciones involucradas. Este hecho motivó a algunas organizaciones a acudir a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en busca de medidas cautelares para asegurar el respeto a la participación de las víctimas y la integridad de los materiales que habían confiado.
El Museo de Memoria de Colombia continúa extendiendo la invitación a seguir construyendo puentes, a continuar el diálogo y a identificar los objetivos y metas que, a corto, mediano y largo plazo, permitirán que la exposición «Voces para transformar a Colombia» siga siendo una expresión de esperanza y reconciliación. Bajo la poderosa consigna de ¡El territorio habla y el centro escucha!, avanzamos juntos hacia un futuro donde la paz y la justicia prevalezcan sobre la violencia y el dolor.
Le invitamos a leer sobre el primero de estos encuentros, que se realizó en Barrancabermeja del 27 y 28 de julio