Treno : Museo de Memoria de Colombia

Treno

  • Clemencia Echeverri
  • Agua
  • Artes visuales
  • Video instalación
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  • Obra
  • Contexto

La imagen de un río oscuro se proyecta sobre las paredes del espacio que rodea al público. El sonido y el movimiento del río dominan el lugar mientras aumenta la corriente de agua para inundarlo de manera simbólica. En Treno, una video instalación de Clemencia Echeverri, se utilizan los videos de gran formato para mostrar el poder del río y convertirlo en el personaje principal que representa la sobrecogedora fuerza de lo natural a través de su flujo constante, casi infinito. La artista se refiere a los sonidos de ambiente y de gritos que tiene la instalación como las: “voces des-oídas y sin rumbo; yuxtaposición de experiencias de un país que intenta y que propone a cada paso reconstrucción, pero que arrastra un lastre de historia atada al horror”.

Desde 1997, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) buscaron ejercer control territorial y hacer presencia en regiones con predominio de grupos guerrilleros y zonas de narcotráfico. A través del poder que les daban las armas establecieron alianzas con sectores institucionales, militares y económicos con fines aparentemente contrainsurgentes Con repertorios de violencia como la desaparición forzada, los homicidios selectivos, la persecución, la violencia sexual y las masacres públicas, llegaron a dominar algunas regiones del país.  

La desaparición forzada es uno de los mecanismos de violencia que genera más terror en los familiares de las víctimas y sus comunidades porque las personas son privadas de su libertad, la mayoría de las veces asesinadas y se oculta con premeditación su paradero. Las AUC utilizaron la desaparición para someter los territorios de su interés,controlar a sus pobladores de manera despiadada y desviar la atención de la opinión pública. Para desaparecer los cuerpos, estos grupos incineraron los cuerpos en hornos crematorios artesanales, los sepultaron en fosas clandestinas y además lanzaron los cuerpos de sus víctimas en los ríos y manglares del país para que su identificación y localización fuese casi imposible.