- Obra
- Proceso
- Contexto
Paisajes invisibles es una instalación que permite la reconstrucción, producción y publicación de paisajes sonoros a partir de relatos de personas desplazadas por el conflicto armado colombiano. En el 2016 el Colectivo Radio Laboratorio construyó espacios itinerantes en Bogotá, Cali y Medellín a los que se podían acercar ciudadanos interesados y contar sus historias. El espacio efímero cuenta con equipos para grabar piezas sonoras en torno a la idea de un paisaje que aunque esté deshabitado o haya dejado de existir como consecuencia del conflicto armado, puede ser narrado y recordado desde la memoria oral.
En cada lugar al que se lleva la pieza, se convoca públicamente a individuos y colectivos de ciudadanos víctima de desplazamiento o se proyectan paisajes previamente realizados para invitar a participar a los transeúntes del lugar. Las actividades de producción sonora se realizan con el método de la mesa de radio, una estrategia de comunicación popular que acerca el dispositivo radiofónico a la comunidad con la que se quiere interactuar. El punto de partida es un cuestionario sobre los sonidos que los participantes recuerdan del lugar que tuvieron que abandonar. Este cuestionario se realiza de manera oral y queda grabado. Con este relato se reconstruye el paisaje sonoro y se agrega a la lista de reproducción.
El proyecto Paisajes Invisibles hace parte de los ganadores de la III Convocatoria Nacional de Propuestas Artísticas y Culturales de Memoria 2016 en alianza con el Ministerio de Cultura, en la línea de investigación y producción museográfica Memorias de Guerra, Resistencia y Dignidad.
En 2016, El Colectivo Radio Laboratorio realizó varias convocatorias (sobre todo convocatoria directa) a colectivos de desplazados y a personas que trabajan con estos grupos y que han hecho investigación y producción desde las artes y las humanidades sobre temas de conflicto y desplazamiento. Se planearon tres itinerancias en Bogotá, Medellín y Cali, en donde se contaba con el apoyo de organizaciones de base que propiciaron una buena participación-interacción con la obra. Aunque en Bogotá inicialmente se había pensado en instalar la estructura en la Plaza de Bolívar, las restricciones para el uso de espacio público hicieron necesario pensarse en otras dinámicas de trabajo como en instalarla en algunos espacios cerrados y organizar actividades móviles y rodantes.
En cada locación a la que se llevó la pieza, se convocó públicamente a individuos y colectivos de ciudadanos víctima de desplazamiento para que participaran activamente del proyecto. Cada itinerancia consistió en 5 jornadas de trabajo donde se recogieron múltiples testimonios de personas desplazadas, para la posterior construcción de los paisajes sonoros.
En el 2015 Colombia registró más de 6.9 millones de víctimas del desplazamiento forzado, posicionándose en el país con el mayor número de desplazados según el Informe Tendencias Globales de la ACNUR. Según el RUV, hoy la cifra asciende a 7.243.838 desplazados en el país. Es decir, el 80% de las víctimas del conflicto han sido desplazados en algún momento, siendo éste uno de los principales instrumentos de violencia de los actores armados involucrados en el conflicto colombiano. En el país, ciudades como Bogotá, Medellín y Cali son principales receptoras de la población desplazada. Exceptuando a Bogotá, estas ciudades presentan un indicador de presión (indicador de recepción de desplazados) dos o tres veces mayor al promedio nacional.
Ante esta situación, en el año 2011 se aprobó la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras(Ley 1448 de 2011), con la cual se inició el reconocimiento y reparación de las víctimas del conflicto a nivel nacional. Ahora bien, como lo relata Verdad Abierta para Medellín y como sucede en el resto del país, esta ley pudo llegó tarde a las vida de quienes como niños y jóvenes sufrieron el desplazamiento pues el daño en el desarrollo a largo plazo de los más jóvenes es irreversible. Adicionalmente, la efectividad práctica de la ley ha resultado en amenazas y peligros de retornar a las tierras que ya han cobrado víctimas. Colombia enfrenta grandes retos en la atención a la población desplazada, en miras a la construcción de paz.