Homenaje a la mujer tamborera de las músicas tradicionales de Colombia : Museo de Memoria de Colombia

Homenaje a la mujer tamborera de las músicas tradicionales de Colombia

  • Fundación Red de Tamboreras
  • Cuerpo
  • Música y sonido
  • Discografía
Haz click para reproducir
  • Obra
  • Contexto

La Fundación Red de Tamboreras es un colectivo dirigido por Jennifer Meza (“Jenn del Tambó”) y Grace Lazcano (“Orito Cantora”). La red está conformada por 30 mujeres del Caribe Colombiano que se reúnen a tocar tambor todos los domingos en Barranquilla.

Según Orito, la Red “no es un grupo musical, es una red para crear tejido social y trabajamos bajo la filosofía de la equidad, que una mujer puede desarrollar cualquier talento más allá de las limitaciones culturales”.

Jenn nació en Barrancabermeja y a los diez años comenzó a tocar tambor en la Organización Femenina Popular, OFP. En 2011 fue la primera mujer premiada por ser la mejor intérprete del tambor alegre, o tambor hembra, en la XXVII edición del Festival Nacional de Gaitas, de Ovejas, Sucre.

Las Tamboreras definen los talleres de percusión como “un espacio de fortalecimiento emocional, de fuerza, de lucha y rebeldía. (…) Las mujeres hoy en día estamos potenciadas para hacer todo y es un espacio donde, a través de nuestro tambor tradicional, estamos haciendo un punto de equilibrio de género.”

El Magdalena Medio, conformado por los departamentos de Santander, Antioquia, Bolívar, Cesar y Boyacá, ha sido un territorio de disputa para todos los actores armados. Durante las últimas décadas, ha sido una zona codiciada por su biodiversidad, ubicación estratégica, su economía de hidrocarburos y agroindustria. También ha sido una ruta de tráfico de cocaína y negocios ilegales.

Aunque la guerrilla de las FARC y los grupos paramilitares se enfrentaron en la zona durante dos décadas, los paramilitares se tomaron Barrancabermeja en 1998 y cometieron varias masacres señalando a sus víctimas de ser auxiliadoras de la guerrilla.

Antes de la irrupción de los actores armados, las mujeres eran objeto de violencias y discriminaciones cotidianas. Con la llegada del conflicto armado, sus riesgos aumentaron dramáticamente. Han sido víctimas de asesinato, violencia sexual, del despojo de sus tierras; han perdido a sus hijos, hijas y esposos, entre muchas otras atrocidades. El informe ¡Basta Ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad (2013), afirma que entre 1985 y 2012, en el Registro Único de Víctimas se reportaron 1.754 casos de violencia sexual en medio del conflicto, una cifra que podría ser mucho mayor si las mujeres se atrevieran a denunciar y contarán con el acompañamiento necesario para su reparación integral.