Country Trademark
- Andrés Felipe Uribe
- Obra
- Contexto
Mientras suena la sinfónica “Pasión según San Juan” (BWV 245) de J.S. Bach, aparece un párrafo en inglés extraído de los textos publicitarios de la campaña “Colombia es pasión”. Poco después el espectador ve un torso humano sobre el que un bisturí dibuja un corazón igual al de la Marca País y similar al icónico Sagrado Corazón de Jesús. Para su obra, Andrés Felipe Uribe se sometió a esta dolorosa acción evidenciando el vínculo católico entre la pasión y el sufrimiento. Uribe dijo al respecto de esta compleja relación infundada en la identidad nacional: “Pensaba en el doblepensar de George Orwell, y en pasión desde el dolor y entonces Colombia = Dolor”.
La marca país es un mecanismo de mercadeo para atraer público hacia una imagen de una nación. La nacionalidad es una construcción producto de la historia multidimensional que se nutre de los sucesos sociales, políticos, económicos y de todas las dinámicas sucedidas dentro de determinado territorio. En Colombia los políticos apelan aún hoy a la religión católica como medio e instrumento de campaña y ejercicio del poder, donde los buenos y los malos se encomiendan a sus santos por igual. A pesar de que Colombia fue declarado constitucionalmente como un Estado laico, sigue reconociéndose y siendo reconocido como el país de El Sagrado Corazón. Actualmente, Colombia es el sexto país con mayor número de bautizados católicos (45.3 millones).
El narcotráfico, entre otras cosas, implantó en la imagen internacional una Colombia violenta, peligrosa y hasta salvaje. Los episodios de fe entrelazados con episodios de drama y dolor, se traducen en la marca país como “Colombia es pasión”. La “pasión” y el amplio sentido que esta palabra tiene en el catolicismo, refuerza la necesidad de sufrir para demostrar la fuerza, el fervor y el fanatismo. Ésta fue la base para crear una marca país regeneradora y cautivadora para el exterior; “Colombia es pasión” guarda la memoria del dolor en su eslogan y en su simbología.