Cortometrajes para la pedagogía de la memoria
- Corporación lluvia de Orión
- Obra
- Contexto
La corporación Lluvia de Orión se formó en el 2011 para reconstruir y fomentar la memoria del conflicto armado en Colombia a través de contenidos periodísticos, artísticos y creativos. Su nombre es un homenaje a las víctimas del fuego cruzado y de la desaparición forzada que dejó la “Operación Orión”, una incursión militar realizada en octubre de 2002 en la Comuna 13 de Medellín.
Su serie de animaciones promueve la memoria de algunas de las masacres ocurridas en pueblos de esta región durante los últimos 30 años. Su portal www.lluviadeorion.com busca ser una herramienta transformadora tanto para víctimas como para ciudadanos interesados en conocer y sensibilizarse con las historias que ha dejado el conflicto armado.
Machuca Arde narra la masacre ocurrida el 18 de octubre de 1998 en el corregimiento de Machuca,Segovia, en el nordeste de Antioquia. Esa madrugada, mientras los habitantes dormían, llegaron guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional ELN, para dinamitar el Oleoducto Central de Colombia (Cusiana-Coveñas). La explosión produjo llamas tan potentes que quemaron varias casas y causaron la muerte de 84 personas, de las cuales casi la mitad eran niños y niñas.
Oro y Muerte en San Rafael narra la desaparición y posterior asesinato y descuartizamiento de 13 mineros y un agricultor seguidores de Alejo Arango del Río, líder político de la UP, a mediados de junio de 1988. Las víctimas fueron raptadas de sus casas y de la mina en la vereda El Topacio del municipio de San Rafael. Estos hechos siguen impunes debido a la negligencia institucional y las familias todavía esperan encontrar los restos completos de sus seres queridos, ya que los restos humanos, algunas prendas y objetos que encontraron flotando en el río Nare después del crimen, son la única evidencia de la muerte de los mineros.
En conmemoración de los 20 años de la masacre en el barrio Villatina en Medellín, ocurrida el 15 de noviembre de 1992, Lluvia de Orión produjo el corto animado Una noche en Villatina. Gracias a una alianza con la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia, a la ayuda de practicantes del SENA y a las donaciones de plastilina de muchas personas, Lluvia de Orión logró hacer este corto que narra la masacre de 9 jóvenes pertenecientes al grupo juvenil de la parroquia del barrio. En los hechos murió una niña de ocho años en muletas, siete menores de 18 años y un joven de 22 años.
La acción conjunta que en muchos casos existió entre las fuerzas armadas del Estado y los grupos paramilitares se hizo evidente entre el 16 y 19 de octubre de 2002. Esa semana, la violencia y el dolor de familias de barrios marginales de la Comuna 13 de Medellín se vivió con mayor intensidad por cuenta de la Operación Orión, unos operativos que se llevaron a cabo contra las milicias urbanas de los Comandos Armados del Pueblo, el ELN y las FARC, los cuales tenían presencia y habitaban en varios de los 23 barrios de la comuna.
La IV Brigada, comandada por el entonces general Mario Montoya, hombres del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), fuerzas especiales de la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación irrumpieron en la Comuna 13 junto con los paramilitares del Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC. El objetivo de dichos operativos era recuperar el control por la fuerza y neutralizar las acciones criminales, secuestros, extorsiones y atentados, que las guerrillas coordinaban desde esa zona de Medellín. Se calcula que en total unos mil hombres participaron en la operación.
La alianza entre Estado y paramilitares ha sido descrita por el narcotraficante y exjefe paramilitar Diego Fernando Murillo, alias ‘don Berna‘, quien se encuentra extraditado pagando 31 años de cárcel en Estados Unidos. Mientras que las fuentes oficiales entonces afirmaban que el control en la comuna se había recuperado, denuncias que fueron recogidas y documentadas por organizaciones no gubernamentales dieron cuenta de que la Operación Orión había facilitado la ocupación de la comuna por parte de los paramilitares, quienes posteriormente se dedicaron a perseguir y desaparecer a sus pobladores.
Muchas de las víctimas, se cree, fueron arrojadas en la zona de La Escombrera, un vertedero de desechos y escombros en inmediaciones de la comuna 13 que por años ha hecho las veces de cementerio clandestino, donde han ido a parar muchos de los cuerpos que el conflicto en Antioquia ha dejado como saldo. En julio de 2015, se iniciaron labores para encontrar los restos de víctimas que se presume están enterrados en La Escombrera. La acción ha sido catalogada como la excavación de la fosa común urbana más grande del mundo.