Antígonas tribunal de mujeres
- Tramaluna Teatro
- Obra
- Contexto
Antígonas Tribunal de Mujeres es una creación colectiva de Tramaluna Teatro, conformado por artistas profesionales y mujeres víctimas de cuatro casos de violación a los derechos humanos en Colombia: madres de Soacha cuyos hijos fueron víctimas de los mal llamados falsos positivos, mujeres sobrevivientes del genocidio político contra la Unión Patriótica, mujeres víctimas de la persecución contra líderes de derechos humanos y mujeres líderes estudiantiles víctimas de montajes judiciales y encarcelamientos injustos.
En el escenario, este grupo de mujeres convierte su dolor y su memoria en poesía, mediante cantos, danzas, proyecciones, narraciones y la presentación de objetos personales de sus familiares como una foto, un muñeco, una carta o prendas de vestir. Como la Antígona de la mitología griega, los personajes de esta obra son desobedientes; a pesar de todas las dificultades y los obstáculos que las rodean, buscan darle un entierro digno a sus familiares desaparecidos, reclaman justicia y resisten al olvido por parte del Estado y a la impunidad de los responsables.
Antígonas Tribunal de Mujeres es una obra de teatro ganadora de la beca Arte y Memoria de la ciudad de Bogotá, para estimular la creación artística entre víctimas del conflicto y artistas. Tramaluna Teatro es un colectivo con 20 años de trabajo escénico constante, que hace parte de la Corporación Colombiana de Teatro.
En medio del conflicto armado colombiano, las mujeres han sido víctimas de formas múltiples. Ellas han sido blanco de violencia sexual, pues sus cuerpos en el contexto de la guerra han sido vistos como una especie de botín que hace efectivo el arrebato de la dignidad por parte de los victimarios. Las mujeres, además, son las que en mayor proporción han sobrevivido al conflicto. Por lo tanto, cargan el lastre de una dignidad vulnerada y tienen que enfrentarse a un Estado, en muchas ocasiones, inoperante.
Uno de los casos más recordados e impactantes fue el de 23 jóvenes en el municipio de Soacha, que en el 2008, fueron presentados por el Ejército como guerrilleros muertos en combate. Los hombres eran en su mayoría, desempleados o trabajadores de la construcción. Los hechos constituyeron ejecuciones extrajudiciales, conocidas por el eufemismo de “falsos positivos”. Las atroces desapariciones y asesinatos resultaron en la conformación del grupo de las Madres de Soacha, quienes han reclamado justicia en los procesos.
En el conflicto las mujeres no sólo sobreviven, pues en su condición de líderes sociales también han sido asesinadas. Es el caso de Yolanda Izquierdo, una líder y portavoz de centenares de familias de la Costa Caribe que buscaban que se les restituyera la tierra que les había robado. Ella fue asesinada el 31 de enero de 2007 en su casa en Montería.
Otro caso nefasto en la historia de Colombia fue el exterminio de la Unión Patriótica (UP), una propuesta política surgida en 1985 luego de los diálogos de paz de 1984 entre el expresidente Belisario Betancourt e insurgencias, principalmente las Farc. A pesar de que en las elecciones de 1986 el naciente movimiento político se llevó las más altas votaciones, la estigmatización pudo más, y los miembros de la UP empezaron a ser perseguidos y asesinados. Entre las víctimas estuvieron mujeres como la exalcaldesa del municipio de El Castillo, Meta, María Mercedes Méndez, asesinada en 1993; la alcaldesa de Apartadó, Antioquia, Diana Estela Cardona, y la concejal de ese mismo municipio, Edilma Moreno, asesinadas en 1990.